Historia Clínica de un agonizante
Sistema de Salud Pública
(Cualquier parecido con la realidad no es pura
coincidencia. Es la cruda realidad)
Me solicitaron la redacción de un artículo que describiera la situación
de los trabajadores de la Salud de la Provincia de Salta. Todo un desafío en
ésta época de cambios o de crisis y que pareciera de nunca acabar. Pero para
alguien como yo, de profesión médica, acostumbrada a escribir en Historias
Clínicas síntomas o síndromes, en un lenguaje compartido con colegas y
compañeros, éste desafío se agiganta mucho más aún.
Para describir una situación es necesario repasar y transitar un poco por
la historia, historia reciente llena de
esperanzas iniciada con el fin del Proceso de Reorganización Nacional y que
recuerdo maravillada, como sólo puede hacerlo una pequeña de 8 años cuando obnubilada
escuchaba a un tal Raúl decir que “con la democracia, se come, se cura y se
educa”.
Fue así que nuestra Salta conservadora y pasiva, se contagió también del
dinamismo de profesionales de otras regiones atraídos por mejores perspectivas
salariales y de condiciones laborales que establecía aquel Plan Carrillo ideado
por el Dr. Tanoni, funcionario del gobernador Roberto Romero. Un plan ambicioso
que buscaba hacer hincapié en la Atención Primaria, con el objetivo de mejorar
los indicadores de Mortalidad Infantil,
Mortalidad Materna, Desnutrición, etc. y aplicaba para ellos instrumentos
innovadores como la nueva figura del Agente Sanitario y la Dedicación Exclusiva
de los Profesionales de la Salud.
El Agente Sanitario significó para nuestros pueblos aborígenes (Salta es
la provincia con mayor número de etnias aborígenes del país, en total 17, la
mayor parte de ellas en departamento San Martín y Orán) una persona de su
confianza que les facilitó la apertura de la puerta de ingreso al sistema.
Este Plan, que fue pionero en el país y que tuvo como guía el plan de
Salud Rural del Dr. Alvarado en Jujuy, constituyó un modelo sanitario a seguir
en todo el territorio nacional que debió enfrentar diferentes obstáculos, como la corporación de
distintas profesiones, quienes contemplaron
con temor como empezaban a afectarse sus intereses. Y en la ejecución debió confrontar
también con los intereses de aquellos gremios de la Salud como ATSA, que vieron
siempre al trabajador no profesional como un aportante de caja, una situación
crónica que actualmente se perpetua en un Secretario General, diputado
provincial, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara Baja, empresario
dueño de tercerizadas y premiado por el actual gobierno con la estatización de
su deuda fiscal.
En el plano nacional la conducción del Dr. Aldo Neri como Ministro de
Salud del presidente Raúl Alfonsín no logro el apoyo necesario para alcanzar
una salud más equitativa.
Así, los años noventa que fueron marcados por una política neoliberal,
nos encontraron destruyendo lo construido. Irónicamente fue el hijo de Roberto
Romero, el gobernador Juan Carlos Romero quien llevó adelante toda una política
de privatizaciones de los servicios de salud, que convirtió a los trabajadores
en empleados de empresas tercerizadas, (curiosamente sus dueños gremialistas
con lazos políticos) y que tuvieron su punto culmine cuando se efectúa el
traspaso del Hospital Materno Infantil a la empresa española Santa Tecla, muy
cuestionada aún en España, denunciada además por administración fraudulenta.
Y aquellos compañeros trabajadores engañados con el discurso de que
serían “dueños” de las tercerizadas fueron precarizados. Los profesionales con
Dedicación Exclusiva, la perdieron y se volcaron al ejercicio privado, se
enfrentaron entre sí, porque algunos se transformaron en pequeños empresarios,
empleadores de sus propios colegas compañeros de servicio…. y tanto más.
En Salta, y al no cambiar la matriz política e ideológica, el Romerismo
se recicla gerencialmente en el Urtubeycismo. Juan Manuel, pupilo sobresaliente
de Juan Carlos, recorrerá hacia el 2019 los 12 años en la conducción de la
provincia. Provincia arrasada por 33 años de gobierno peronista y conservador.
Provincia donde somos noticias por Desnutrición, Dengue, Leishmaniasis,
Tuberculosis, etc. Todos indicadores de la pauperización de su población.
Tras 8 años de gobierno que irónicamente tenía como slogan “hacer
realidad la Esperanza”, Salta encabeza el ranking de Femicidio y Violencia de
Género, de niños bajo el nivel de línea de pobreza, muertos en accidente de
tránsito, trabajadores en negro, hacinamiento, realidad que comparten nuestros
12000 trabajadores de salud.
El Ministerio de Salud de la provincia inicia en el año 2011, la
modificación del Estatuto del Trabajador de la Salud, convocando para ello a
comisiones con todos los sectores interesados, (cuyo proyecto finalmente fue
reemplazado en las cámaras con mayoría del PJ).
El nuevo Estatuto, hecho a medida de los intereses empresariales del
Secretario General de ATSA, dividió a los trabajadores y profesionales
afectados y enfrentados en sus sueldos básicos, que no muestran correspondencia
con los años de capacitación, formación terciaria y universitaria, donde no se
reconocen títulos universitarios, estudios de postgrado, donde la actividad
crítica asistencial no es debidamente remunerada etc., etc. A su vez, irónicamente,
el mismo día en que se aprobaba el nuevo estatuto, también se aprobaba la Ley
de Inversión en Salud que paradoja mediante, estipula el compromiso del Estado
provincial a invertir en servicios de salud privados para mejorar la tecnología
e infraestructura en Salud.
¿Por qué no hacerlo en nuestros servicios públicos? ¿Es incapaz el
Estado de administrar en forma efectiva su propio presupuesto? ¿Qué intereses
enfrentamos? Y así, mientras más preguntas nos hacemos, mas encontramos
interesante las formas de seguir de pie y enfrentar los desafíos duros de creer
en una “Salud Pública, gratuita,
universal y de Calidad para los salteños”.
Y al seguir de pie, enfrentando esos desafíos, es que me encuentra la
militancia gremial en una Asociación de Profesionales, que ya cumple sus 30
jóvenes años y que hace de esa frase un emblema y su bandera de lucha,
enfrentando a corporaciones, a una sucesión de ministros serviles al gobierno
de turno, y a gremios desleales que se valen de la Ley de Autogestión Hospitalaria
vigente, para colocar gerentes hospitalarios, realizadores de administraciones “non
sanctas” con la complicidad de los Consejos de Administración siempre
complacientes.
Asociación de Profesionales que además, enarbola esa bandera de lucha contra
la desigualdad en la remuneración de
trabajadores y profesionales que no perciben por “igual trabajo, igual remuneración”, profundizando las
desigualdades entre la salud urbana y la rural, con una inversión inequitativa
y mala distribución de los profesionales, necesidad que apremia de sobremanera en
el interior de nuestra provincia. Sumado a ello y generando más burocracia
innecesaria, se crea en el 2015 el Ministerio de la Primera Infancia, con
objetivos no definidos y superpuestos a Salud y Educación, desviando fondos
públicos a Privados, desconociendo así los objetivos del Estado.
Ante la pregunta: ¿Cómo se encuentra el trabajador de la Salud Publica
en Salta? Yo diría que agotado de políticas carentes de sustento y de
fluctuante dirección, endeudado con el banco cuyo dueño es amigo del
gobernador, enojado con los gremios cómplices.
Pero hago una pausa y también pienso en todos nosotros. Ricos de cultura
aborigen, herederos de una fuerte y sufrida raza cobriza. Pienso en esos extraños,
ahora salteños, con tonadas cantarinas cordobesas, tucumanas, porteñas,
santafesinas, etc., que trajeron su conocimiento y aportaron a nuestro sistema
y sé que solamente todos juntos encontraremos el rumbo, como todos los días,
que al finalizar la jornada “sacaremos la tarea diaria”. Por algo somos hijos
de Güemes, bravo guerrero que defendió, aún traicionado por su clase, nuestra
frontera norte y consolidó la Independencia.
Soy radical, como tantos otros, como Arturo Oñativia, endocrinólogo y
sanitarista norteño, en cuyo honor se celebra en Abril el Día del Médico
salteño.
No es poco para aportar, ¿no les parece…?. Gracias! Y hasta pronto.
Paola Borgatta
Médica
Especialista en Medicina Familiar
Con situación de
revista desde el año 2003 en Dirección Primer Nivel de Atención, Salta Capital
Secretaria
Adjunta de APSADES (Asociación de Profesionales de la Salud de Salta. Adherida
a FESPROSA)
Secretaria de
Actas de la Organización de Trabajadores Radicales de Salta